
Al margen de que durante 2011 vi bastante teatro -aunque menos que en 2010-, no encontré espectáculos que no hubiera visto el año anterior que tuvieran una continuidad en determinado lugar, como para que tuviera sentido difundirlos para que los fueran a ver. Mitad fue así por falta de tiempo y otra mitad porque el no hacer genera costumbre y empecé a sentir una profunda modorra, que a medida que el año avanzaba, fue creciendo tanto que hizo que sólo publicara un espectáculo, el único que logró sacudirme.
Por eso, iba a cerrar el blog y todo lo que estuviera relacionado con él, pero cuando ya lo tenía decidido me crucé con unas palabras de Groucho Marx que no podían haber reflejado mejor lo que hizo que creara este espacio:
"Durante años he meditado sobre los críticos. Una obra se ha escrito ostensiblemente para cierto público, pero si los críticos la repudian, ese público nunca tiene oportunidad de verla ¿Quién fue el primero que decidió que la función del crítico era 'educar' al público? Si los asistentes al estreno salen satisfechos de la obra, ¿por qué no ha de permitirse que el resto de posibles espectadores la vea?"(Groucho y yo de Groucho Marx, traducción de Xavier Ortega, editorial Tusquets,1era. edición, 1era. reimpresión, 2009, pág.158; debo la lectura de ese libro a la recomendación de Juan Ignacio Jafella).
...y sólo por eso, por lo menos, por el momento, Enclave de Comedia Bs As, sigue vivo.
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